Uno de los momentos más esperados de la Semana de la Moda se produjo el pasado sábado, en la gala que la edición germana de la revista «Elle» celebró con motivo de su aniversario, donde se homenajeó al káiser de la moda: el alemán Karl Lagerfeld. El modisto de Chanel recibió una condecoración por toda su obra de mano de su musa, la modelo también alemana Claudia Schiffer.
En esta ocasión, la Fashion Week berlinesa tomó la plaza de Bebelplatz, en la elegante avenida prusiana Unter den Linden, después de que el año pasado tuviera como escenario el célebre aeropuerto de Tempelhof, uno de los más antiguos de Europa, aún en funcionamiento.
Además de desfiles, en esta muestra, que se celebra dos veces al año, los visitantes han podido disfrutar de decenas de eventos por toda la ciudad, como exposiciones, premios, showrooms y galas nocturnas. El Museo de Artes Manuales y las naves industriales del área de Westhafen han sido algunos de los escenarios donde han tenido lugar estas actividades.
Durante la celebración de la Fashion Week se ha vuelto a reavivar el debate sobre las modelos extra-delgadas. El gobierno alemán lazó la campaña «La vida tiene peso», para exigir a los diseñadores que en el futuro las modelos tengan una masa corporal de 18,5, es decir, al menos una talla 36, y que hayan cumplido los 16 años.
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